El sargento Cabral: recuerdo del mártir de San Lorenzo

Se conmemora hoy 208 años de su inmolación, un mártir de la patria

Cabral era zambo. Hijo de una esclava negra, Carmen Robledo y un indio guaraní que había cristianizado su nombre como Francisco Cabral, apellido de su patrón. Fue un 3 de febrero, pero de 1813, en una mañana calurosa, cuando el joven Cabral, de 23 años, pasó a formar parte de la historia grande de nuestra patria.

La leyenda cuenta que murió salvando al general San Martín, interponiendo su cuerpo para evitar que el libertador muera bajo una bayoneta realista, y así quedó herido de muerte bajo su caballo. Hay muchas historias al respecto, pero lo cierto es que, sin este héroe, nacido del pueblo, el recuerdo de nuestra liberación tendría otros nombres y otras historias. A pesar de su origen humilde, Cabral es uno de los hombres más importantes de nuestro proceso emancipatorio.

Los mártires de la liberación, mayormente anónimos, no han tenido la suerte de Cabral, por eso recordarlo es recordar a todos ellos, y mantener viva la llama de nuestra historia. Juan Bautista Cabral, aunque no haya sido reconocido en su tiempo, y su cuerpo fue sepultado en una tumba colectiva, es hoy una de las figuras que perdurarán para siempre en nuestra memoria colectiva. Por eso decidimos homenajearlo, y compartir lo que han hecho sus camaradas del Regimiento de Patricios.

Como reza nuestra canción patria ¡Honor, honor, al gran Cabral!