Control de precios: el gobierno planea usar piqueteros para controlar los supermercados
En una avanzada autoritaria, el gobierno suma a las organizaciones sociales para apretar a los supermercados
Bajo el eufemismo “Tenemos que cuidar la mesa de todos y todas” los piqueteros enrolados en el oficialismo como el Movimiento Evita, Barrios de Pie y la Corriente Clasista y Combativa, planean incorporar 20.000 “voluntarios” para controlar los precios de los supermercados.
Ya no alcanza con el control estatal, que a las claras demuestra con esta decisión su ineficiencia, sino que ahora pretenden sumar un ejército de patoteros para cuidar que la inflación no avance. De política económica y seguridad jurídica ni hablemos, eso no entra en la biblia kirchnerista.
Los piqueteros se reciclan, y los mismos que dicen haber hecho campañas de cuidado para el covid, ahora también van a “cuidar” nuestra mesa, lo que en criollo se traduce lisa y llanamente como apriete. El problema de estas iniciativas, es que tenemos un estado lo suficientemente grande como para ocuparse, y destinar personas ajenas al mismo no tienen ningún sentido más que el relato político. Si el estado no puede hacerse cargo, y vamos a tener que depender de piqueteros, tendrá que replantearse su estructura y tamaño, porque de lo contrario es una tomada de pelo.
Detrás de esto después viene el pedido de plus por trabajar y ese tipo de cosas, es decir, más gasto público. El gobierno debería pensar en herramientas económicas para dar certidumbre y generar inversiones, algo que cada vez parece más lejano. La cultura del apriete no puede seguir siendo parte del interés público, y este tipo de iniciativas es para mantener ocupada a una militancia que últimamente se está haciendo demasiadas preguntas sobre la inflación. Por eso le arman un pelotero, le crean un enemigo y los mandan a pelear, pero el problema va a seguir estando, manden la cantidad de bandoleros que manden. Porque la responsabilidad primaria es de quienes gobiernan, y en materia económica hace rato que el gobierno de Alberto no tiene rumbo.