Vacunados VIP: el gobierno intenta frenar el escándalo
Con la publicación de la lista oficial de los vacunados esperan que pase la tormenta de sospechas que acosan al gobierno de Alberto
Todo comenzó por el goteó de información de los vacunos, uno de los primeros nombres en saltar fue el de Zanini, y luego empezaron a aparecer otros nombres, con lo cual el presidente ordenó que se arme el listado y se publique. En principio, y según las fuentes oficiales, serían 70 las personas alcanzadas por el vacunatorio vip de Ginés, entre ellos, Eduardo y Chiche Duhalde quienes fueron vacunados en su domicilio.
La estrategia presidencial es asumir el problema y salir para adelante, pero ordenó a la actual Ministra de Salud, Carla Vizzotti, que salga a desmentir que eran 3.000 dosis las que se encontraban separadas para repartir entre funcionarios y familiares, sino que fueron 70. Y dejar en claro que, si bien estuvo mal que se vacunaran por fuera del sistema de salud, mucho de los beneficiarios lo hicieron por «razones de estado».
La necesidad de parar el escándalo es que el golpe a la credibilidad del gobierno y del propio presidente, salió muy dañada. Por lo que el paso siguiente es volver a generar confianza en la población, a través de la implementación de herramientas que den transparencia a la campaña de vacunación por un lado, y por el otro lado, levantar la figura de Alberto como alguien que asume los problemas y toma las decisiones que tiene que tomar.
En el oficialismo esperan que el éxito de la vacunación masiva aplaque las críticas y sane las heridas producidas por las esquirlas de una bomba que les estalló a todos en la cara en pleno año electoral, y a tan sólo unos meses de la contienda. En este sentido, esta semana estarían llegando un millón de dosis de Sinopharm y otro cargamento de Sputnik V con lo que esperan dar un salto importante en la cobertura de la población y así anotarse un tanto político.
Carla Vizzotti es la encargada de encabezar este cambio de estrategia, incluso en lo comunicacional, dado que el no haber explicado a tiempo la vacunación de personal político estratégico del entorno del presidente y de ministros les está generando un gran dolor de cabeza. El tiempo dirá si el gobierno logra aplacar los ecos de este escándalo o si quedan aún varias esquirlas que puedan dañar aún más la ya gastada imagen presidencial.
