El helado, el nuevo consumo de lujo
El tradicional helado que se consume en verano ya pasó los $1000 en la mayoría de heladerías del país
Hasta hace muy poco ir a tomar un helado era el paseo preferido de muchas familias que llevaban a los más chicos a disfrutar de la bomba de azúcar y sabor que consumimos todos los veranos. También las parejitas aprovechaban el calor para, entre arrumacos, disfrutar de un rico helado de chocolate, sambayón, dulce de leche, o lo que cada uno prefiriera. Pero la inflación, sumada a la crisis de la pandemia, está haciendo estragos, y ya salir a tomar un helado esta convirtiéndose en un lujo para la mayoría de las personas.
La frase «traé un kilito de helado» cada vez se escucha menos en las reuniones de amigos, y pareciera que la opción más barata es comer ensalada, porque entre el precio del asado y del helado, las posibilidades de disfrute de una buena comida en un reunión están empezando a convertirse en bienes de lujo, que sólo algunos pocos disfrutan, o a los que se acceden si todos hacen una «vaquita»
Los productos importados que tienen las heladerías artesanales, o producciones como las nueces y avellanas, hacen que el costo sea muy alto, sumado también a las paritarias que han impactado en los precios del popular refresco veraniego. Cada vez nos van dejando menos espacio para el disfrute y más para la angustia, en un país agotado que cada día ve como sus ingresos se evaporan con una rapidez mágica.
La variable de ajuste de una economía en crisis termina siendo el bolsillo de los consumidores, los cuales están cada vez más flacos, y una simple salida con los chicos o con la novia, puede transformarse en un verdadero problema financiero.
