Vacunados VIP: Una militante de 18 años de la Agrupación Eva Perón, que conduce el ministro Ferraresi fue vacunada con una dosis de Sinopharm

A pesar de la escasez de vacunas, y que la chica no presentaba factores de riesgo, fue una más de las vacunadas de privilegio gracias a su militancia política

De poco sirvió la cadena nacional del presidente contándonos que en el mundo hay escasez de vacuna. Pareciera que no todas las áreas de gobierno tomaron nota de las palabras de Alberto y continúan vacunando a amigos y militantes en lugar de reservar las vacunas para el personal de riesgo y los adultos mayores.

Por estos días, se conoció un nuevo caso que genera indignación y un escándalo importante para el ministro Ferraresi, ex intendente de Avellaneda, dado que una chica de 18 años, tefanía Desirée Purita Díaz, que milita en la agrupación “Eva Perón”, que conduce el ex intendente, fue vacunada con una dosis de Sinopharm, a pesar de no presentar ningún tipo de factor de riesgo.

La joven militante, trabaja para la municipalidad de Avellaneda, y se exhibió en su Instagram con el carnet de vacunación que entrega el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires a quiénes se aplican la vacuna contra el covid-19. Una de las cosas que también llamo la atención de quienes vieron sus redes sociales, no es que haya agradecido a Ferraresi, si no que se presentara como una persona que posee múltiples títulos académicos, entre ellos, una licenciatura en Educación y Relaciones Internacionales, una diplomatura en Neurociencias de FLACSO y dos tecnicaturas, una en Políticas Públicas de la Universidad Siglo XXI y otra en Derecho Internacional de Harvard, aunque por su edad seguramente recién haya terminado el secundario.

La vacunación a militantes y amigos sigue generando indignación en la población, ya que, no se sabe que medidas se tomaran si aumentan los casos, y ante la falta de disponibilidad de dosis se teme un nuevo encierro, que dejaría a muchos trabajadores y comerciantes en una situación crítica. Pero lo que más molesta es la falta de criterio sanitario para la asignación de las dosis, dado que los datos muestran que la población en la que se han dado mayoritariamente los casos de mortandad es la de los mayores de 60 años.

El gobierno necesita cuanto antes poner transparencia a la vacunación, poniendo en claro los criterios sanitarios y epidemiológicos para vacunar a las personas. Las vacunas no pueden ser propiedad de unos pocos, sino que es el derecho de todos los argentinos, y quienes deben recibirla primero debe tener algún tipo de justificación que no sea meramente el hecho político. Sobre todo, porque muchas provincias hacen malabares para cubrir a su personal de riesgo y a sus adultos mayores ante la escasez de dosis, y casos como estos ponen en evidencia la inequidad que atraviesa hoy a quienes toman las decisiones de políticas sanitarias.