Malvinas y un cambio de eje de la política exterior argentina
El gobierno estudia rescindir acuerdos históricos con el Reino Unido
Por Trinidad López
El tema Malvinas es algo que siempre está latente en nuestro país, es parte de nuestro ADN como pueden serlo el Diego, Gardel o Evita. Son cosas que casi nos definen como argentinos acá o en el extranjero, más allá de si nos gustaba Maradona, el fútbol, el tango, Gardel o Evita. Las Malvinas son Argentinas hoy y siempre.
Por eso el gobierno viene estudiando la posibilidad de dar por tierra los acuerdos diplomáticos que se firmaron durante 30 años, entre ellos, los acuerdos Madrid I y II (1990), y empezar una nueva etapa de reivindicación histórica de nuestra soberanía por las islas. Se espera de esta manera convocar a diferentes espacios sociales que hoy no están convencidos con el gobierno, pero esperan que está “ola nacionalista” los traiga del lado del oficialismo.
Es cierto que no la tenemos todas con nosotros, sobre todo después de la ruptura con el Grupo de Lima, pero también es cierto que el mundo está cambiando, y los acuerdos que hoy existen son de otro momento histórico, con otros liderazgos y con otros proyectos de mundo.
En el mundo globalizado de hoy, el colonialismo no sólo es anacrónico, sino que ya ninguna potencia lo sostiene abiertamente, sino que se busca la hegemonía a través de bloques de poder económicos, políticos y culturales, donde lo militar es un aporte más. Quizás las repercusiones no sean buenas, pero reivindicar nuestra soberanía es necesaria siempre y en todo momento. Restará ver si realmente es una movida para un cambio de estrategia en relación a los reclamos o sí sólo es una estrategia política en un año electoral.
