El ministro de seguridad que soluciona los problemas del delito con una podadora, sugirió al intendente de Merlo que sea “más democrático y comprensivo”
Luciano Anastasi, ministro de Seguridad de San Luis, no sólo cargo contra el intendente merlino, sino que envió un despliegue policial a la ciudad para hacer un desfile
Por Heráclito Gómez
El conflicto entre el ministro de Seguridad provincial y el intendente de Merlo lleva ya varios capítulos. Se inició hace unos meses con las declaraciones de Luciano Anastasi acerca de que el municipio debería cuidar más la seguridad cortando los pastos que estaban altos, y que al parecer era el lugar donde “se escondían” los delincuentes. Todo muy bizarro.
Todo esto, en un contexto en el que los puntanos estamos sufriendo un aumento inusitado de la violencia en las calles y del delito, pero pareciera ser que la política de gobierno más eficaz es la chicana y la jardinería. Las políticas públicas brillan por su ausencia, y se han transformado en un pan y circo, en dónde el ministro hace que hace, mientras la calle de a poco la van copando los delincuentes. Una buena muestra, es el “operativo” que ordenó el ministro en Merlo, en dónde desplegó una cantidad de efectivos provinciales inusitada, pero solo pareciera que para desfilar, porque no hicieron otra cosa.
El segundo capítulo, se refiere a las agresiones que sufrió el intendente Álvarez Pinto por parte de gremio estatal ATE, y que en lugar de expresar el apoyo al ejecutivo local, ante una violenta toma de la casa municipal, el ministro se dedicó a chicanear, pidiéndole al intendente que sea más “compresivo y democrático”. Anastasi pareciera sumido en la realidad paralela que atraviesan muchos funcionarios oficialistas, el llamado “mal del capitán Beto”, porque dice y hace cosas que nada tienen que ver con la realidad que hoy aqueja a los puntanos en su conjunto.
A pesar de que el gobierno provincial ha tenido una gestión prolija de la pandemia, y no ha destrozado la economía ni la educación como lo ha hecho el ejecutivo nacional en el AMBA, sí llama la atención la impunidad como algunos funcionarios se mueven, desconociendo los problemas y contestando con chicanas. De seguir así, veremos a la provincia llena de podadoras, un gran jardín para combatir la inseguridad, porque lo que es políticas públicas no las veremos nunca de la mano de Anastasi.
