Tres meses sin respuestas: la familia de Guadalupe exigió la intervención del fuero federal
Ayer familiares y vecinos marcharon nuevamente por el centro de la capital, tras 90 días sin novedades de la niña de 5 años que desapareció en el barrio 544 viviendas. Leyeron un comunicado y señalaron al Estado como responsable de la falta de novedades.
Ayer se cumplieron tres meses de la desaparición de Guadalupe Belén Lucero: la última vez que la vieron fue mientras celebraban un cumpleaños familiar en el barrio 544 viviendas, al sur de la capital provincial. Desde entonces nada se supo: no encontraron ni una prueba fehaciente sobre lo sucedido con la niña.
La infinidad de allanamientos y rastrillajes aumentaron la frustración y la impotencia de no poder dar con la niña. Es por eso que ayer volvieron a congregarse familiares, amigos y vecinos de la familia Lucero-Cialone, para prestar apoyo y alzar la voz. El pedido fue claro: que intervenga de manera urgente el fuero federal, que en su momento había rechazado tomar la causa, a pesar de que se trataba de un delito de su incumbencia.
La movilización fue cerca del mediodía: se reunieron a las puertas del Correo y marcharon por el centro capitalino hasta llegar a la sede de Tribunales. Tania, una de las tías de la niña, leyó un comunicado de la familia. “Tres meses sin respuestas del Estado provincial, en San Luis se vive un silencio ensordecedor al cumplirse tres meses de la desaparición de Guadalupe. Ni el juez -Ariel Parrillis- ni la cúpula policial, ni el gobierno informan claramente a la sociedad puntana cual es el rumbo de la investigación. Tampoco lo hacen con su familia. Crece la angustia, la incertidumbre y la indignación por el rapto de Guada”, expresó la mujer.
“A 90 días de su desaparición, decimos: seguimos en las calles, aparición con vida, devuélvanla ya, intervención urgente del fuero federal, que el Gobierno le brinde a la familia las imágenes satelitales del día de la desaparición de la niña, la ampliación de la difusión las imágenes de Guada particularmente en las rutas”, añadió la tía de Guadalupe.
Desde el entorno de la familia apuntan al gobierno provincial como el principal responsable de la falta de certezas sobre la niña. En una causa donde el silencio es cómplice es necesario alzar la voz y acompañar, porque Guadalupe es una más de nosotros: su causa nos compete a todos.
