DIEZ INTENTOS FRUSTRADOS DE MAGNICIDIO A JEFES DE ESTADO QUE CONMOVIERON AL MUNDO

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Luego de la conmoción que causó el episodio con la vicepresidente de la Nación, recordamos la historia, que está repleta de planes para atentar contra la vida de líderes políticos que fracasaron por circunstancias fortuitas.

A continuación, un repaso por diez de los magnicidios fallidos con mayor impacto a nivel mundial.

1. Vladimir Lenin, presidente del Consejo de Comisarios del Pueblo de Rusia entre 1917 y 1924 (Moscú, 1918)

El 30 de agosto de 1918, cuando todavía no se cumplía un año de la Revolución de Octubre, Lenin sufrió un atentado que lo dejó al borde de la muerte. Tras salir de una fábrica a la que había ido a dar un discurso, en el sur de Moscú, escuchó el grito de una mujer cuando estaba entrando a un auto. Al darse vuelta, Fanni Kaplan le disparó tres veces con una pistola Browning. Una bala le atravesó el saco, pero no lo tocó. La segunda le entró en el cuello, y la tercera, en el hombro.

Fue trasladado de urgencia al Kremlin, donde los médicos intentaron curarle las heridas. A pesar de haber perdido mucha sangre, sobrevivió. De todos modos, las secuelas afectaron severamente los últimos años de su vida y contribuyeron a generarle los ataques que lo dejaron paralizado y fuera de la gestión cotidiana del gobierno.

Kaplan era militante del Partido Social-Revolucionario, que había sido prohibido por los bolcheviques. Para ella Lenin era un traidor. Fue detenida en el lugar del atentado y severamente interrogada por la Checa, pero no reveló la identidad de ninguno de sus cómplices. La ejecutaron el 3 de septiembre siguiente.

2. Zog I de Albania, primer ministro, presidente y rey de Albania entre 1922 y 1939 (Tirana, 1924)

Ahmet Muhtar Zogolli fue una de las figuras más importantes de la historia albanesa del siglo XX. Aprovechando la inestabilidad política de la época, logró acumular un enorme poder. El 23 de febrero de 1924, cuando llevaba dos años como primer ministro, fue interceptado en uno de los pasillos del Parlamento por Beqir Valteri, miembro de un partido revolucionario. Le disparó dos veces y se refugió en un baño, hasta que finalmente se entregó.

Zog quedó gravemente herido, pero se repuso. Tras pasar un tiempo fuera del poder, regresó fortalecido políticamente. En 1925 se convirtió en presidente y en 1928 estableció una monarquía, proclamándose Zog I de Albania.

3. Benito Mussolini, primer ministro de Italia entre 1922 y 1943 (Roma, 1926)

El 7 de abril de 1926, con el fascismo en su apogeo, Mussolini dio un discurso en el Congreso Internacional de Cirujanos, que se celebraba en Roma. Cuando salió del lugar en el que se realizaba la ceremonia y estaba por ingresar a su auto, Violet Gibson, una aristócrata de origen irlandés de 50 años, sacó un arma y le disparó.

La bala se dirigía directamente hacia su cabeza, así que probablemente habría muerto, de no haber sido por un hecho fortuito: algo llamó su atención en la calle y lo hizo girar el cuello en el momento justo. El proyectil le rozó la nariz, pero no le provocó ninguna lesión grave.

Una investigación reveló que Gibson estaba mentalmente desequilibrada y no pudo determinar qué la llevó a perpetrar el atentado contra Il Duce. Tras pasar un tiempo encerrada, Mussolini la deportó al Reino Unido, donde fue internada en un manicomio.

4. Mohammad Reza Pahlavi, shah de Irán entre 1941 y 1979 (Teherán, 1949)

El último monarca iraní asistió el 4 de febrero de 1949 a la Universidad de Teherán por una ceremonia en la que se celebraba el aniversario de su fundación. Fakhr-Arai, militante del partido islamista Fada’iyan-e Islam, logró acercarse a sólo tres metros del shah y le disparó cinco veces. Luego fue abatido por la guardia real.

Increíblemente, sólo una bala alcanzó a Reza Pahlavi. Le atravesó una mejilla, pero no le causó heridas graves. Si bien pasó algunos días en el hospital, se recuperó sin mayores dificultades.

5. Charles de Gaulle, presidente de Francia entre 1958 y 1969 (París, 1962)

El héroe francés de la Segunda Guerra Mundial y fundador de la V República se desplazaba en un auto junto a su esposa desde el Palacio del Elíseo hasta el Aeropuerto de Orly el 22 de agosto de 1962, cuando fue emboscado por un comando de la Organización del Ejército Secreto, un grupo terrorista de extrema derecha.

Le dispararon 140 balas a su Citroën DS, que terminó con los cuatro neumáticos reventados. Dos oficiales que lo escoltaban en moto murieron en el atentado, pero él y su mujer salieron ilesos gracias a arrojarse al piso del vehículo.

6. Gerald Ford, presidente de Estados Unidos entre 1974 y 1977 (Sacramento, 1975)

Estados Unidos ostenta el luctuoso récord de que cuatro presidentes en ejercicio hayan sido asesinados: Abraham Lincoln (1865), James A. Garfield (1881), William McKinley (1901) y John F. Kennedy (1963). Muchos otros sobrevivieron a diversos intentos de asesinato, pero Gerald Ford es el único que se salvó de dos en el mismo mes.

El 5 de septiembre de 1975, cuando el sucesor de Richard Nixon se acercó a un grupo de personas que habían ido a verlo en las inmediaciones del Capitolio de California, en Sacramento, extendió su mano para saludar a una mujer. Era Lynette «Squeaky» Fromme, miembro de La Familia Manson, el sanguinario clan encabezado por Charles Manson.

Fromme apretó el gatillo de su pistola calibre .45, pero el arma no disparó. Tenía cuatro cartuchos en el cargador, pero ninguna en la recámara. Un agente del servicio secreto la detuvo antes de que pudiera volver a intentarlo. La condenaron a prisión perpetua, pero fue liberada en agosto de 2009.

El 22 de septiembre de 1975, 17 días después del primer atentado, Ford volvió a ser víctima de un magnicidio fallido. Cuando salía del Hotel St. Francis de San Francisco, Sara Jane Moore le disparó a una distancia de 12 metros, pero falló. Un ex marine que estaba entre la multitud la redujo antes de que pudiera volver a tirar. La condenaron a reclusión perpetua, pero salió en libertad condicional en 2007.

7. Ronald Reagan, presidente de Estados Unidos entre 1981 y 1989 (Washington D.C., 1981)

Ronald Reagan llevaba sólo 69 días como presidente cuando sufrió un atentado que estuvo cerca de matarlo. El 30 de marzo de 1981, a la salida de una conferencia en el Hotel Hilton de la capital, John Hinckley, que estaba escondido entre la gente que quería ver al mandatario, le disparó seis veces con un revólver Röhm RG-14.

La sexta bala le ingresó por la axila y se detuvo en un pulmón, a dos centímetros del corazón. Reagan sufrió una importante hemorragia interna, pero los médicos lograron estabilizarlo. Salió del hospital 13 días más tarde. Tres personas resultaron heridas en el ataque: el secretario de prensa, James Brady, que quedó cuadripléjico luego de que el primer balazo se le incrustara en la cabeza; Thomas Delahanty, policía; y Timothy McCarthy, agente del servicio secreto.

Durante el interrogatorio, Hinckley confesó que decidió matar al presidente luego de ver la película Taxi Driver, de Martin Scorsese. Pensó que así podría impresionar a Jodie Foster, con quien estaba obsesionado. La Justicia lo declaró inimputable por sus desórdenes mentales y lo envió a un hospital psiquiátrico, donde permaneció hasta 2016.

8. Margaret Thatcher, primera ministra del Reino Unido entre 1979 y 1990 (Brighton, 1984)

La Dama de Hierro y las principales figuras de su gabinete pasaron la noche del 11 de octubre de 1984 en el Grand Hotel de Brighton, donde al día siguiente se realizaría una conferencia del Partido Conservador. A las 2:54 am estalló una bomba que derrumbó parte del edificio.

Thatcher, que estaba despierta preparando lo que iba a decir durante la mañana, salió ilesa a pesar de que el estallido destruyó el baño de su habitación. Cinco personas murieron, entre ellos, dos miembros del partido, Sir Anthony Berry y Eric Taylor. Además, otras 31 resultaron heridas.

El explosivo era una bomba de tiempo. La había dejado en el hotel Patrick Magee, miembro del IRA, la organización extremista que buscaba la independencia de Irlanda del Norte del Reino Unido.

9. Juan Pablo II, papa de la Iglesia católica entre 1978 y 2005 (Vaticano, 1981)

El 13 de mayo 1981, Juan Pablo II recorría la plaza San Pedro en el papamóvil, saludando a su paso a cientos de fieles que lo vitoreaban, cuando Mehmet Ali Ağca le pegó cuatro balazos. El pontífice perdió mucha sangre, pero sobrevivió y pudo continuar con su papado por más de 20 años.

Ağca, que había sido miembro de los Lobos Grises, una organización paramilitar turca de extrema derecha, fue arrestado en el acto. La Justicia italiana lo condenó a prisión perpetua. Sin embargo, Juan Pablo II lo visitó en la cárcel en 1983 y lo perdonó. Luego realizó gestiones para que el presidente Carlo Azeglio Ciampi le concediera un indulto. Se lo otorgó en junio de 2000 y fue extraditado a Turquía.

10. Alpha Condé, presidente de Guinea desde 2010 (Conakri, 2011)

Alpha Condé se convirtió el 21 de diciembre de 2010 en el primer presidente democráticamente electo en la historia de este país ubicado en el extremo oeste de África. El 19 de julio de 2011 a la noche, apenas seis meses más tarde, un grupo comando atacó con cohetes la residencia oficial en la que se encontraba con su familia. Los agresores apuntaron al dormitorio pensado para el presidente, pero Condé sobrevivió porque no estaba durmiendo allí.

Las sospechas recayeron sobre un sector de las Fuerzas Armadas descontento con el nuevo mandatario. Un ex jefe del Ejército y 38 soldados fueron arrestados días más tarde, acusados del intento de magnicidio.

Fuente: Infobae.

Redacción

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