Felipe Solá en la cuerda floja
La Cámpora avanza en lugares clave, y Alberto se queda sin «tropa propia»
El mensaje de Felipe Solá al actual presidente norteamericano, al cual le pidió que «su mandato no divida la región» fue la gota que rebalsó el vaso para el cristinismo más duro del Instituto Patria, y salieron a pedir la cabeza del actual canciller. Si bien todavía no se conoce quién sería su reemplazante, aunque se barajaron varios nombres como: Arguello, Scioli, o algún camporista más duro, lo cierto es que el nombre todavía está en danza.
La semana pasada comenzó el avance del Instituto Patria sobre el gabinete de Alberto, corriendo a Nielsen de YPF y poniendo en su lugar a un funcionario que vienen del riñón chubutense de la actual vicepresidente, e incluso del propio Máximo Kirchner, consumando así la consolidación del kirchnerismo duro en el área energética nacional. Ya lo viene adelantando Cristina; «Hay funcionarios que no funcionan» y los quieren cambiar por propios «más leales» a la línea dura del cristinismo.
La crisis económica está poniendo en jaque a Alberto, y lo va dejando sin opción de poder elegir sus propios funcionarios. La vicepresidente, que no está dispuesta a pagar el costo político de las idas y vueltas de Fernández, empezó a encarar cambios que salen del propio núcleo duro k.
La gestión de la pandemia, que comenzó como un éxito político para el gobierno, hoy se está transformando en una carga, los fracasos se van acumulando, y los propios ya le empiezan a pegar a la figura presidencial, culpando a Alberto de los aumentos de casos, los aumentos de precios, la falta de empleo y la inflación. Por eso nadie quiere quedar pegado, y la estrategia de empezar a ocupar lugares clave fue la respuesta de Cristina para avanzar sobre el gabinete de Fernández. Por ahora es todo una incógnita, incluso quienes serán los funcionarios que seguirán a Felipe Solá en el éxodo que se viene para los funcionarios leales a Alberto.