Se perdieron en las sierras de los Comechingones y debieron ser rescatados
Un grupo de turistas oriundos de Entre Ríos quiso hacer trekking a El Talar. Terminaron perdidos y tuvieron que pasar la noche a temperaturas bajo cero.
Cuando el viernes a la mañana ocho turistas entrerrianos emprendieron un ascenso en la Sierra de los Comechingones, jamás imaginaron como iban a terminar: perdidos y varados en un inhóspito sector del cordón montañoso provincial. Se trataba de tres hombres adultos, tres mujeres adultos y dos pequeños.
Según informaron los rescatistas, el grupo se presentó en el balneario El Talar temprano por la mañana. La idea del contingente era alcanzar Los 7 Saltos, una de las subidas más populares de ese sector serrano. Al brindar sus datos confirmaron que subían con un guía, aunque horas más tarde informaron que se habían perdido. Su descenso se produjo recién al mediodía del sábado, cuando los rescatistas lograron bajarlos a todos.
Gustavo Albornoz, jefe de los Bomberos de Los Molles, precisó que 6 rescatistas debieron iniciar las tareas de rescate la tarde del viernes. El equipo debió pasar la noche con los turistas perdidos a la intemperie serrana, que presentó temperaturas bajo cero.
Según Albornoz, a las 18:00 del viernes el grupo informó que habían perdido la huella. Inmediatamente se alistó el equipo de rescates, que puso en marcha el protocolo diseñado para estas ocasiones: a las 19:00 ya estaban en camino hacia Laguna del Aguilucho, donde se encontraba el grupo. Sin embargo, la inaccesibilidad del lugar hizo que recién a medianoche pudieran localizar a los entrerrianos.
«La idea era sacarlos de allí para llevarlos a un lugar de mayor reparo porque la temperatura en ese momento era de 4 grados bajo cero. Decidieron pasar la noche arriba porque el equipo además de la experiencia que ya tienen, llevaron elementos de superviviencia como bolsones de trauma y primeros auxilios, equipamiento de comunicación y raciones de comida para unas 24 horas”, expresó el jefe de Bomberos.
Mientras tanto, 4 rescatistas trabajaban desde El Talar para comunicarse con sus compañeros sierra adentro. Uno de los riesgos era la hipotermia, aunque todos pasaron la noche sin problemas y volvieron sanos y salvos.
