El mayor enemigo de una pareja: La rutina.

Sí, la rutina da seguridad, sí es cómoda, sí nos ahorra tiempo, todo eso se le puede reconocer como ventaja a la rutina, pero esos hábitos ritualizados nos impiden conocer mejor a nuestra pareja,

Hay que cortar de vez en cuando con la inercia y con pensar que uno ya sabe todo del otro, por eso es aconsejable darle más calidad al tiempo que las parejas pasan juntos, pensando en momentos para romper la rutina.

No es necesario una gran inversión de tiempo ni tampoco de plata. Acá van algunas ideas: Recrear aquella primera cita, hacer una sesión de fotos, leerse uno al otro, hacerse masajes, compartir un día de spa y relax, jugar a las cartas o a un juego de mesa, ir a un bar con música en vivo, una maratón de alguna serie de Netflix, un picnic, una caminata en la naturaleza, compartir una actividad física, mostrarle a tu pareja un lugar importante de tu infancia e ir a recorrerlo, hacer de turistas en el mismo pueblo o ciudad donde viven, redecorar el dormitorio o algún lugar de la casa, participar de una cata de vinos, probar comida de diferentes culturas ya sea cocinando en casa o no, tomar clases de baile, aprender un idioma juntos, ir a un parque de diversiones o a una kermés.

Que los feriados y los fines de semana no pasen desapercibidos y sean tomados como un día más, que tenga su toque en algún momento en el que hacen algo distinto a lo de siempre y si se logra en la semana aún mejor.