Luciano Olivera, una nueva víctima del gatillo facil
El joven de 16 años murió tras recibir un balazo en el pecho de parte de un policía, que realizaba un control vehicular en la ciudad bonaerense de Miramar. El efectivo fue identificado como Maximiliano González y lo acusaron de homicidio agravado.
Este viernes se conmemoró en Argentina el Día de los Derechos Humanos. Y ese mismo viernes comenzó teñido en duelo en todo el país, luego de que un policía bonaerense matara de un disparo en el pecho a un joven de 16 años por la madrugada. El efectivo fue identificado como Maximiliano González: asesinó a Olivera en medio de un control vehicular en la localidad costera de Miramar.
Familiares y amigos del menor fallecido consideraron que la detención de Olivera fue arbitraria: se suma a la lista de los 2766 asesinatos por gatillo fácil registrados desde 1983. A González lo acusaron de Homicidio Agravado, según informaron fuentes policiales.
Pudo conocerse que Luciano y sus amigos jugaron un partido de fútbol el jueves a las 9:30. Después se quedaron escuchando música: a las 3:00 fueron interceptados por una patrulla mientras volvían a sus hogares. David, uno de los amigos del fallecido contó en Radio 10 que viajaban delante de Luciano cuando escucharon el disparo.
El policía se habría bajado de la camioneta para dispararle a Olivera con su arma reglamentaria. Al ver a su amigo tendido en el suelo junto a su moto, David intentó acercarse para hacerle reanimación cardiopulmonar -RCP-. Sin embargo, la policía lo hecho del lugar y le arrojó gas pimienta.
El joven entrevistado remarcó que la violencia es un accionar habitual de la fuerza en Miramar. “Si parás te pegan, si frenás te pegan, si te vas te pegan y si te agarran te pegan», sentenció.
