La danza: una forma de tenderle la mano al otro

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Un grupo de artistas de Merlo se reunió para mejorar la situación de su sector, gravemente golpeado por la pandemia. La unión hace la fuerza.

Algunos de los miembros de la Comunidad de la Danza Folklórica.

Hace poco más de un año, diversos ballets y academias de baile merlinas decidieron unirse por una causa común: mejorar sus condiciones de trabajo y entablar una red solidaria entre artistas. El proyecto y las necesidades del sector de la danza trascendían los géneros, generando una mezcla de lo más diversa.

Así surgió la Comunidad de la Danza Folklórica de Villa de Merlo: la iniciativa reúne a diez agrupaciones de la ciudad. El objetivo es generar posibilidades más equitativas para los bailarines merlinos, acostumbrados a hacer lo que aman en condiciones precarias e informales.

Tuvimos el agrado de conversar con Mercedes Ytuarte, una de las integrantes de la Comunidad. La entrevista se reproduce a continuación:

– ¿Cómo surge el proyecto de crear la Comunidad de la Danza Folklórica?
La CDF surge en febrero de 2020 como un espacio que busca defender nuestros derechos como trabajadores de la danza y mejorar las condiciones en que desarrollamos nuestra profesión. Uno de los disparadores fue encontrarnos, un año más, con que las condiciones que se nos ofrecían
para participar de nuestro festival no se correspondían con lo que realmente cuesta el montaje de una puesta de esas características. No hablamos solamente del factor económico, sino el técnico -luces, sonido, suelo, prueba de escenario, entre otros-, y del trato hacia nosotros en general.


También nos motivó tener la posibilidad de generar nuestros propios espacios de trabajo, en donde no tuviéramos que depender de cumplir con las condiciones que pedía un organizador sino de nosotros mismos, y por ende, lograr que las posibilidades de trabajo sean más equitativas.

– ¿Qué ballets/academias integran esa comunidad?
En este momento somos diez entre grupos, ballets, compañías y academias: Ballet Grito de mi Tierra, Ballet Qhispikay, Ballet Newén, Ballet La Salamanca, Grupo Senda, Proyecto Vuelo, Danzar La Vida, Argentina es una Danza, El Ventarrón y Origen Folklore Contemporáneo. Para los próximos días teníamos planificada una reunión con 3 grupos interesados en sumarse, pero por las nuevas restricciones, debimos posponerla.


-¿Cual es el objetivo de la iniciativa? Leí que buscaban conseguir algunos equipos como un piso transportable.
-La realidad es que una vez que comenzamos con este proyecto surgieron muchos objetivos a corto y largo plazo. El objetivo principal es mejorar nuestras condiciones laborales, eso incluye muchísimas cosas teniendo en cuenta que la danza es una de las artes más vulneradas y precarizadas.

Pero además de ése, que tal vez sea el que demande más tiempo, tenemos
muchos otros objetivos, algunos ya logrados y otros a realizarse en breve:
• Generar nuevos espacios en la agenda cultural, como fue «Domingos de Folklore», un proyecto desarrollado por la CDF y presentado a la Sec. de Cultura para poder trabajar en la temporada 2021 luego de meses de inactividad por la pandemia.
• La creación de ENTREVERADOS que es un espectáculo de danza que reúne a todos los integrantes de ésta comunidad.
• Comprar con lo recaudado material de trabajo, ya que muchas veces nos convocan para actuar en superficies que no son las adecuadas y eso además de perjudicar a la presentación en sí, puede causar lesiones.


-¿Qué visión tenés sobre la situación que atraviesa el sector cultural con la pandemia?

-Lamentablemente el sector cultural siempre es uno de los más castigados. La danza puntualmente, es una actividad que se desarrolla en la mayoría de los casos de manera informal, por eso con la pandemia éstas deficiencias se hacen más evidentes. Si bien se viene trabajando hace años para la aprobación de una ley que regule la actividad, aún no contamos con ella.

Más allá de éstas cuestiones lo cierto es que no hubo, ni hay después de un año, ninguna política pública que nos permita continuar trabajando. Estamos en clara emergencia.

La propuesta admite estilos variados y da libertad a cada grupo de mostrar sus obras.


-¿Cómo es trabajar de manera conjunta con otros grupos de danza?
-Muy enriquecedor. Personalmente tenía mis dudas de cómo iba a funcionar el proyecto porque no es la primera vez que intentábamos unirnos. Los que tenemos unos años en la danza de Merlo, sabemos que las veces que se intentó antes, no prosperó. Ésta vez, las cosas se dieron super naturalmente y estamos asombrados de lo bien que estamos trabajando.

Todo es orgánico, vamos aprendiendo sobre la marcha de nuestros aciertos y errores. Por ejemplo, nos dimos cuenta que no podíamos hacer todo juntos porque era un lío, entonces surgió la idea de organizarnos en comisiones.


-Excelente. Me gustaría que me cuentes un poco sobre su show Entreverados. Tengo entendido que es la segunda edición que hacen del show: ¿Cuándo fue la primera?

-La primera se realizó en febrero del 2020, unos días antes del Festival
Nacional Valle del Sol. La idea inicial fue que todos los ballets, grupos y compañías pudieran mostrar su trabajo, ya que en un principio no todos iban a ser convocados para el festival. Eso después cambió.

La segunda edición se hizo de manera virtual, con una «gorra» digital para apoyar el proyecto.

-¿Qué sensaciones les dejó armar el streaming en conjunto con otros ballets/academias?
Más que nada mucho aprendizaje. Todo lo que hacemos juntos nos enseña, tanto lo que sale bien como lo que sale mal. Es la primera vez que hacíamos un show con este formato y la verdad que la gente que no pudo ver la función de manera presencial, nos lo agradeció. También hubo gente que la vio en el teatro y de todas maneras colaboró con la gorra del streaming. Estamos muy muy agradecidos con todos.


– ¿El show perseguía una misma línea argumental o cada grupo tenía libertad de mostrar lo que quisiera? ¿Cómo conjugaron los diferentes estilos?
-En Entreverados cada grupo tiene la libertad de mostrar el trabajo que quiera. Nos ha pasado de trabajar todo el año en una obra y que para el Festival Nacional Valle del Sol -donde la mayoría aprovecha a mostrar su trabajo- nos pidan una temática en particular que nada tenía que ver con lo que se venía trabajando. Eso generaba tener que armar en un mes, algo que en realidad lleva meses de laburo, que lleva un proceso.

Hay mucho desconocimiento de lo que lleva montar una obra. Entonces decidimos que cada grupo lleve al escenario lo que quiera o tuviera armado. Esto no quiere decir que en el futuro no se proponga un trabajo con una misma línea argumental.


-Para cerrar, me gustaría saber que deseo tenés para la Comunidad de Danza Folklórica de cara al futuro.
-En principio, poder seguir trabajando como hasta ahora, con esta armonía y el aprendizaje que nos deja cada cosa que emprendemos. Y pensando más a largo plazo, cumplir los objetivos y lograr mejores condiciones para todos los trabajadores de la danza de Merlo. Creo que sentaría un precedente, y mejor aún, se podría replicar en otros lugares.

Guido Raza

Decidí que lo mío era la Comunicación a los 15 años. Soy alumno de la Facultad de Comunicación en la UNC y me especializo en Comunicación Institucional. Elegí La Voz Puntana como el lugar para informarme e informarlos.

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